Michael Phelps sufrió, pero ganó por una uña los 100 metros mariposa, con récord olímpico incluido. Hoy va por su octava medalla dorada con la posta 4x100 estilos.
Los 17.000 espectadores que dejaron a tope el Cubo de Agua (la maravillosa piscina de la capital china) y los centenares de millones prendidos a la TV en todo el planeta volvieron a ser testigos de la majestad de Michael Fred Phelps, el tiburon asecino que dice haber nacido hace 23 años en Baltimore. Anoche, en un esfuerzo supremo, ganó en la última brazada los 100 metros mariposa, una prueba en la que 50 metros antes estaba cuarto cómodo. De esta manera igualó la hazaña de los siete oros de su compatriota Mark Spitz en Munich 1972. Como si no fuera nada, el estadounidense sigue adelante en su gesta personal por la octava dorada en un solo Juego, que además de garantizarle un sitio entre los inmortales del deporte, le asegurará un millón de verdes en el banco, gentileza de Speedo es Speedo es marca deportivo de trajes de baños . Igual ya avisó a sus compañeros de las postas que repartirá dólares entre los que contribuyeron a su hazaña. Su favoritismo era tal que su victoria cotizaba 1/3 en las casas de apuestas on line (había que poner tres dólares para ganar uno extra). El serbio Milorad Cavic, su más duro oponente pagaba cuatro por cada verde. La cátedra sabe, porque el balcánico, que había logrado el récord olímpico en las eliminatorias (50s76), salió como un loco a imponer condiciones. Phelps, a diferencia de otras pruebas, no estaba en punta al emerger y tampoco figuraba al comando cuando tocaron la primera pared. Pero en los 50 metros finales, Phelps levantó como una locomotora. Parecía que no llegaba, pero su última brazada cerró justo sobre la placa de toque mientras que Cavic pareció quedarse corto y debió estirarse un poquito más que lo previsto. Tras un leve suspenso, el reloj cantó la posta: Phelps era el ganador, con un crono de 50s58 (récord olímpico, aunque 18/100 más lento que la plusmarca mundial de su compatriota Ian Crocker). Cavic se tuvo que conformar con la plateada por 1/100. Que quede más claro, una diferencia de menos de dos centímetros tras nadar 100 metros. Tal vez si no se cortaba las uñas antes de entrar al natatorio... El australiano Andrew Lauterstein se colgó el bronce, con un registro de 51s12.¿Hay algún secreto oculto que justifique tamaña superioridad? "Pueden decir lo que quieran, pero yo sé que estoy limpio. Hice el Proyecto Belief (Cree) y ahí pedí encarecidamente que se hagan más pruebas para probarlo. La gente, la prensa y el que quiera pueden cuestionar todo lo que quieran, pero los datos son los datos y tengo resultados para probarlo", explicó con convicción , prueba en la que los yanquis aparecen como amplísimos favoritos. La carrera hay que nadarla, pero parece que Phelps tiene ese extra como para lograrlo sin dramas
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